Por eso, siempre procuro realizar actividades en las que ellos sientan que son importantes para sus compañeros, y sobre todo, se sientan queridos y aprendan a demostrar que quieren a sus amigos.
Así que no pude evitar aprovechar la llegada del día de San Valentín para celebrar nuestro particular día de la amistad.
Sacamos nuestros mejores disfraces, recortamos corazones de gomaeva, pusimos la clase patas arriba y nos preparamos para sacar fuera nuestros sentimientos.
Poco a poco fui grabando secuencias de ellos abrazándose, bailando agarrados, riendo, lanzando papeles al aire, jugando... es decir, compartiendo momentos y sonrisas, que, a fin de cuentas, es una de las cosas más bonitas que tiene la amistad.
Y éste es el resultado.
Para poder llevarlo a casa realizamos una preciosa postal haciendo un corazón con nuestras manos y, de nuevo entre todos, hicimos un precioso código QR en la PDI para poder pegarlo en el centro y llevar el vídeo con nosotros, pegado en nuestro corazón para que nunca se nos olvide que somos amigos y que todos vamos remando en el mismo barco.
Un abrazo a todos los violines desde Perdiguera ;)
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